martes, 8 de marzo de 2016

EL ABRAZO DE LA SERPIENTE de Ciro Guerra - Colombia.




Hace poco tuve la suerte de ver en Bogotá – Colombia, la película que fuera candidata al óscar: “El abrazo de la serpiente” y solo puedo confirmar que es una de las mejores películas que he visto en los últimos años.


El homenaje que le hace la sabiduría amazónica al cine en su estado más puro.

Alejado de ese cine de Hollywood en donde imperan los efectos especiales hasta el cansancio, Ciro Guerra el director de la película, se atreve con una producción en blanco y negro y que además esta en múltiples lenguas como las aborígenes tikuna y huitoto al mismo tiempo que en los idiomas español, alemán y portugués. La película se atreve también con ambientes minimalistas y paisajes que no necesitan del color para mostrarnos su mejor rostro y contarnos una épica historia en tiempos paralelos, sobre la búsqueda de dos personajes de una flor llamada “Chacruna”, la flor que es el complemento perfecto para la bebida sagrada del ayahuasca.


Para unir esos mundos está el chamán Karamakate cuya presencia es vital para el desarrollo de la película. Karamakate es la puerta que ambos exploradores intentaran cruzar para acceder al conocimiento. Pero Karamakate es también humano y por lo tanto, tiene sed de venganza, olvidos, culpas y remordimientos… el viaje hacia el conocimiento necesita volver a ser iniciado y para ello el destino le ha deparado dos visitas en tiempos diferentes.

El abuso de los caucheros, la nefasta presencia religiosa y su influencia en los habitantes de la amazonia, son presentados de una forma bellamente dramática, escenas que son golpes bajos a nuestra indiferencia y que nos sacuden interiormente. El cine al igual que el teatro es capaz de mover sentimientos y encontrar belleza allí donde menos lo piensas.


Una película distanciada de esa mirada frívola y superficial que busca el escandalo fácil con la desnudez y el sexo, con la que muchos artistas amazónicos de la actualidad intentan mostrarnos el mundo de la Amazonia. “El abrazo de la serpiente” va mas allá y se convierte en un claro ejemplo de que podemos y debemos resaltar en nuestras propuestas artísticas, la grandeza de su gente, la espiritualidad de esa selva misteriosa y apasionante, así como también, resaltar la exuberancia de su belleza.



En tiempos en que nuestra amazonia y sus miles de habitantes sufren de las nefastas consecuencias de sus negociados políticos y de la violación por parte de compañías inescrupulosas que la desangran y contaminan.  Por fin una obra de arte que es capaz de quitarnos esa mirada superficial y ver lo que hay dentro de nuestro mundo amazónico. Solo sabiduría y belleza. 

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