martes, 14 de mayo de 2013

EL LIBRO AMIGO 2011 – 2013



En abril del año 2011 se dio inicio a la aventura de llevar libros con historias orales a algunas aldeas y escuelas, orfanatos o asociaciones que trabajan con niños en Maputo, Mozambique. La iniciativa lleva por nombre el “Libro amigo” y su objetivo, es simplemente, llevar hacia estos lugares un formato novedoso de show de narración de cuentos e historias, matizada con breves charlas sobre la importancia de la lectura, acompañado de la donación de una cantidad simbólica de libros para diversas edades.  Una iniciativa nacida del interés por la promoción de la lectura y la solidaridad de un grupo de amigos Holandeses, lo que me ha permitido desplazarme para llevar mi trabajo narrativo y las donaciones de libros hacia los diferentes locales  visitados en Maputo y sus distritos. Desde el inicio del proyecto se han beneficiado de la actividad  1700 niños y niñas, así como un número indeterminado de adultos, habiendo visitado 12 locales diferentes y entregados como donación la cantidad de 150 libros.

Para la buena marcha del proyecto he podido contar con el apoyo de muchas instituciones y asociaciones, así como amigos y personas voluntarias que me han puesto en contacto con los diferentes locales.  (ver tabla).





Aun cuando soy consciente de que el programa es pequeño y simbólico, creo en la posibilidad de que los actos pequeños pueden ser el inicio de cambios a largo plazo y tal vez esas donaciones simbólicas sean el inicio de bibliotecas establecidas para la promoción del hábito de lectura en poblaciones con poco acceso a otros recursos culturales. También me ha dado la oportunidad de  llegar directamente al beneficiario y comprobar que en algunos de esos locales, era la primera vez que recibían la visita de un artista foráneo con un programa dedicado a los cuentos y a los libros.


He podido observar que el obstáculo principal para acceder a los libros en Mozambique, no tiene mucho que ver con la motivación, sino más bien con el valor de los libros, con precios que resultan inalcanzables para el ciudadano común. Frente a esta problemática la realización de actividades que fomenten la importancia de compartir una buena lectura en grupo o recuperar los espacios donde compartir cuentos y buenas historias, se hacen sumamente necesarios.


Allí radica el valor de una actividad como esta, en no dejar que el hilo de la memoria se pierda, en su afán simple y esmerado, por hacer del acto cotidiano de leer, compartir una historia o anécdota, la posibilidad de socializar y comprendernos mejor.

Gracias a todos por hacer posible eso.