martes, 19 de octubre de 2010

LA MUERTE DE LAS LENGUAS, LA AGONÍA DE LAS TRADICIONES

Según investigaciones publicadas, una lengua humana muere cada dos semanas con su último hablante. Los científicos estiman que hay unas 6.000 lenguas vivas en el mundo, de las que se cree que aproximadamente el 90% desaparecerá en los próximos dos o tres siglos. Solo en Norteamérica han desaparecido en las últimas décadas más de 50 lenguas nativas. En la amazonia peruana a principios de siglo XVIII existían alrededor de 150 lenguas, de las que actualmente sobrevive apenas una tercera parte.
Kuyayninchikuna manam imapasñachu.
Ñuqanchik, llapa allpa duminaqkuna
pachapa tawa kuchunkunata,
wañuq suyuymanta asllam kanchik.
Pachaqa tawa kuchuyuqmi aswan,
Pachaqa manañam tukunchu hatun yakukunapi.
Nada nuestros cariños.
Nosotros, dominadores de todas las tierras
de las cuatro esquinas del mundo,
valemos menos que un esclavo muerto.
Y el mundo tiene más de cuatro rincones,
el mundo no termina ya en las aguas grandes.
Hace un par de años, recibí un e-mail, en donde se me invitaba a participar de la “Tercera Edición del Atlas mundial de las lenguas en peligro de desaparecer” (Atlas of the World’s Languages in Danger). Un esfuerzo de la UNESCO sobre un tema muy importante. Evidentemente, agradecí la invitación, pero, aclare a los responsables que yo, era tan solo un artista inmiscuido en temas de tradición oral y que infelizmente, no era un investigador sobre el tema de las lenguas nativas, por lo que derive el contacto a las personas idóneas y que realmente conocen de esta problemática en su verdadera magnitud para el contexto amazónico - peruano. Aunque me sentí realmente contento de saber que se venía trabajando en una temática que por mucho tiempo creía relegada.
Uno de los problemas más serios que encontré en mis recorridos por la amazonia y del que tengo conocimiento también acontece en los andes, es sin lugar a dudas, la marginación y burla hacia quienes practican sus propias lenguas minoritarias, esta situación terminara por afectar parte del manantial de la oralidad tradicional del que muchos narradores orales bebemos. Una de las razones claramente identificadas por diversos investigadores, es la pobreza extrema de las comunidades que poseen su propio idioma. En la selva peruana, muchos padres, miembros de esas comunidades, no quieren que sus hijos hablen su lengua tradicional y algunos llegan incluso a sentir vergüenza de sus apellidos originarios. Ellos sienten que su idioma los identifica como pobres, por lo que buscan un modo de proteger a su familia del rechazo y evitar sentirse menospreciados. De allí, la falsa creencia de que olvidar su idioma y cambiarse el apellido les dará un mejor estatus, así como el respeto de la “sociedad”.
Cuando era adolescente, pude ser testigo en el colegio donde estudiaba, de la burla y el acoso hacia los chicos que tenían apellidos nativos tales como Mananita, Taricuarima, Chuquipiondo, Yuyarima, Yaicate, etc. Esta situación es también evidente en los institutos y universidades donde muchas veces la burla y persecución llega a ser incesante. Esta persecución, se hace mas evidente con aquellos recién llegados, quienes vienen del monte en familia, dejando sus caseríos o aldeas para intentar integrarse a la ciudad. Esto lleva a muchos de esos jóvenes, a tener una etapa de estudios llena de conflictos y cuestionamientos sobre su propio origen e identidad.
En un país como el Perú, donde el mestizaje alcanza casi a la totalidad de la población, resulta absurdo este tipo de manifestaciones segregacionistas.
Mana wañuq inkanchik,
Intipa churin,
Apu llapa apukunapa kasunan,
Saruyasqa chutarayan;
Qasqunpa waka willkan kusman,
mitupi qachachasqa;
Mana wañuq sunqun, pakisqa;
ñawinkuka mana pipa qaway atipanam,
kamisqakuna,
Hawa runakunapa kuchusqa.
Nuestro Inka inmortal,
hijo del Sol,
Dios que todos los dioses obedecen,
pisoteado yace;
La divina tela de su pecho,
arrastrada en el barro;
Su invulnerable corazón, desecho;
Sus ojos que nadie puede mirar,
insultados,
Tasajeados por los usurpadores.
En áfrica, la situación es bastante parecida. Producto de las colonizaciones, guerras y conflictos tribales, también se van perdiendo muchas lenguas originarias y van asumiendo como suyos idiomas europeos tales como ingles, francés, alemán, portugués e italiano; que son las lenguas colonizadoras más extendidas. Un claro ejemplo de la persecución a las lenguas tradicionales en Mozambique, me lo conto un amigo, quien en cierta ocasión, en que se encontraba comprando en una tienda, fue testigo de la actitud estúpidamente colonialista de una mujer extranjera, quien al escuchar a la vendedora de la tienda agradecer en su idioma local (que es el Changana) a un cliente, mostrándose tontamente indignada, se quejo de que dentro de la tienda se hablara un idioma que según ella, nadie entendía.
Debo hacer de conocimiento de los lectores, que probablemente en Mozambique, diferentes datos obtenidos por investigadores de diferentes centros de estudios lingüísticos en Maputo, muestran que el 90 % de la población no habla el portugués, sino, lenguas tradicionales como el Changana, Makua, Ronga, Tsonga, Shona, Chopi, Bitonga, etc. Por lo que resulta absurdo intentar imponer una lengua que es más bien utilizada por los locales como un modo de acceder a ciertos objetivos profesionales, ya que en un mundo globalizado, se les exige también hablar esas otras lenguas, pero, que en el ámbito familiar y comunitario, la mayoría se comunica en sus lenguas propias.
Otro comunicado de la Unesco, hacía referencia de que la mitad de las lenguas existentes en el mundo podría perderse dentro de ‘pocas generaciones’, debido a presiones culturales y económicas, así como al desarrollo de nuevas tecnologías que favorecen la homogeneización. El organismo difundió hace un tiempo atrás, un amplio estudio sobre las lenguas en la Amazonia, varias de ellas habladas por muy pocos individuos.
En Perú, hay como en Brasil, una gran diversidad de pueblos o segmentos de pueblos indígenas aislados (existen informaciones sobre alrededor de 20 grupos) y otros en contacto inicial, en general a lo largo de la frontera con Brasil, pero también en diversos otros puntos. Hoy la mayoría se encuentra en el seno de cinco Áreas Naturales Protegidas (ANP) o en cinco Reservas Territoriales que corresponden a sus áreas de desplazamiento y que fueron establecidas para ellos: ver mas en el siguiente link: Situación de los últimos pueblos indígenas aislados en América latina de Vincent Brackelaire.
El portal de la BBC publico hace un tiempo atrás, un comunicado de la ONU que dice lo siguiente: “La sabiduría tradicional de un pueblo, incluye secretos sobre cómo tratar el entorno y la tierra, que han pasado de boca a boca durante siglos y que respetan las características del medio ambiente en que se desarrollaron. Se trata de secretos de la naturaleza, contenidos a menudo en canciones populares, en cuentos y en artesanía de los pueblos indígenas que podrían perderse para siempre sepultados en el proceso de globalización actual".
Kay pacha mistikuna,
wak uywakunamanta
kimsa yawarkunata chaskirqaku,
kamachiqninkuna uchuku sunquyuq
chaskirqaku
hatu hatun allpakunata,
sawasqata chaskirqaku.
Wasinkunapas suwasqam,
sutinkunapas suwasqam,
sunqunpas,
ñawinkunapas,
llapa kayninkuna,
suwasqam, suwasqam, suwasqam.

Los mistis de este tiempo,
de aquellas bestias
recibieron tres sangres,
sus gobiernos de corazón vacio
recibieron,
haciendas recibieron.
Robado recibieron.
Sus casas también robadas,
sus nombres también robados,
su corazón,
sus ojos,
todo su ser,
robado, robado, robado.
Existen otras publicaciones variadas sobre este tema y acabo de leer los datos recogidos por el poeta Cesar Calvo en su libro “Edipo entre los Inkas” en el que llega a enumerar cerca de 696 nombres de naciones e idiomas amazónicos desaparecidos o exterminados. Calvo en su genialidad poética dice al iniciar este capítulo: “…En cada letra hay niños, hay ancianos, hay mujeres y varones reclamándonos, recordándonos que ellos fundaron la existencia del mundo en nuestra selva. Millones de inocentes victimados… “
“En cada uno de los 696 nombres de esta lejanía, de esta letanía que habita nuestro duelo desde antes de ser nacidos. Y que no tiene, todavía, fin…”
Aunque aparentemente no esta ligado al tema desarrollado, quería mencionar una preocupación personal, respecto al mal uso de las tecnologías en los caseríos y aldeas amazónicos. En mis recorridos por diversas comunidades de este inmenso territorio he podido ser testigo de la invasión e intromisión de la televisión, que ahora llega a todos lados. Viajando por los ríos Huallaga, Pisqui, Puinahua; he visto varias comunidades organizarse para ver la televisión por la tarde, realizan una rápida colecta de dinero para comprar la gasolina que necesita el generador eléctrico, luego, todos se plantan enfrente de la “caja boba”. Son las únicas dos horas al día que se organizan para tener electricidad. El problema obviamente no está en que se utilice esta tecnología, lo lamentable es que se encienda justo en las horas en que se solían juntar para conversar y contar sus anécdotas e historias, lo que los va distanciando cada vez más de sus tradiciones orales. De repente, sus mitos y leyendas se ven remplazados por patéticas telenovelas.
Aunque no todo es negativo, dentro de esta experiencia vivida en los ríos amazónicos he podido observar que felizmente, existen personas en las aldeas y en comunidades enteras que entienden el valor de sus tradiciones, asumiendo la necesidad de entrar en equilibrio con la modernidad, lo que hace necesario que los gobiernos de turno se comprometan a revisar los proyectos educativos nacionales en Perú, integrando los aspectos más importantes de las culturas amazónicas y andinas, así como también, la imperiosa necesidad de involucrar dentro de los programas educativos, el trabajo de los profesores bilingües que ayuden a preservar esas lenguas y tradiciones, ofreciéndoles herramientas y libros adecuados para esta labor.
Aswam allinmi
allqukunapa tuqaynin,
llamakunapa akan,
aswan allin
kichkakunapa chiqniynin.
Chayna kawsasqankuhina
mana kawsaspa,
mana musyaspa,
tukuchkankuñam.
Ismu sarakunahina,
chay hinachalla,
tukuchkankuñam,
Más justo es
la saliva de los perros,
el excremento de las llamas,
Más justo es
el odio de los espinos.
Y así como vivieron,
sin vivir,
sin darse cuenta,
ya se están acabando.
Como los maíces podridos,
igualito,
ya se están acabando…,
Extracto del Poema “Pakisqa Willakuy Chiqan Kawsay”. (La historia rota, la vida verdadera) del Poeta Quechua Isidro Kunturi.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario