He terminado de leer “La virgen del Samiria”, confieso que
ha sido un placer leer la primera parte de esta saga que me ha mantenido
felizmente entretenido en estas últimas semanas, es una novela que puede leerse
de un tirón, pero, he preferido ir lento y desgranando las piezas del puzle
narrativo que construyo el gran Roger Rumrrill con esta historia y que nos
llevan a un pasado reciente, desde donde se mantienen algunas heridas abiertas
en muchos lugares de la cuenca amazónica peruana.
Toda esta primera parte
de la historia está enmarcada durante la explotación del caucho y narra con ciertos
detalles los cambios que se vivieron desde el boom de su descubrimiento y las
revueltas sociales dentro de las principales compañías con sus trabajadores,
así como también de sus repercusiones a nivel regional y nacional durante su
decadencia, decadencia que iba dejando su lugar a una nueva etapa de conflictos
con colores burlonamente contradictorios, blanco y negro, Coca y Petróleo.
Narrado en continuos viajes en el tiempo, en donde el pasado
y el presente de sus protagonistas se confunden continuamente, así como viajes
maravillosos por ríos y trechos de la selva.
“A ciertas horas del día,
sobre todo al amanecer y al atardecer, cientos y miles de garzas cubrían los
cielos de nubes blanquísimas. Si es al despuntar el alba, abandonan los garzales
en las islas de cecropias o ceticos donde anidan y reposan. Si es al crepúsculo,
regresan después de sobrevolar buscando comida en los lagos del Pacaya Samiria…”
Pero también está presente la barbarie humana con toda su
capacidad destructora y malvada. María, la protagonista de esta primera parte,
es el sinónimo humano de la fatalidad vivida durante ese tiempo. María, es la
amazonia violada, maltratada y prostituida por las trasnacionales con la
complicidad de las autoridades y de los medios de comunicación, ella es el
reflejo de lo que avergüenza a nuestra especie humana y que, curiosamente,
llevo al maestro Manuel Córdova, otro personaje que hace su aparición en la
novela, a declarar en el libro “Ino Moxo” de Cesar Calvo: * “Cuando pienso en
Fitzcarrald y en sus mercenarios, cuando pienso que esos asesinos son humanos.
Me dan ganas de nacionalizarme culebra...”
Sin embargo, hay una fuerza de voluntad gigantesca en María
para acabar con sus humillaciones, en el fondo sabe que no está sola y que
pronto llegara su momento, esa esperanza en el cambio es la fortaleza de María
y es la fortaleza de nuestra Amazonia.
“Piensa en el bosque
virgen. Pasaron miles de años para que la naturaleza alcanzara este orden, esta
perfección y esta belleza, lozana y esplendida. La naturaleza funciona como una
relojería perfecta, en una simbiosis entre las especies vegetales y animales y
el hombre primigenio, los indígenas”.
Me encanta la forma de narrar que tiene Roger Rumrrill, respetando las frases y los estilos propios
que los pobladores amazónicos practican en el día a día, con conjugaciones gramaticales contrarias y el
uso de algunas frases en dialectos nativos que son reconocibles para nosotros,
los amazónicos; lo que nos lleva a vivir de cerca todos los acontecimientos que
se suceden en la historia, narrados con un estilo propio muy cercano, sencillo,
poético por momentos y plagado de momentos fantásticos como los mitos que el
autor va descubriendo en el transcurso de su narración.
“Los dioses
Tupi-Guaraní con sus manos formaron y le dieron aliento de vida a los seres que
ahora todavía habitan el bosque amazónico, mamíferos, reptiles, aves y peces…”
Buenas sensaciones con la lectura de esta primera parte de
la novela escrita por Roger Rumrrill, me quedo con la enorme curiosidad de leer
las siguientes entregas. Habrá que tener paciencia y preguntarle: Cuanto
debemos esperar maestro?
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